Una estudiante de la carrera de química clínica dio un mal paso y sufrió un esguince, ahora se enfrenta a las consecuencias, a una deficiente planeación y a cero inclusión por parte de la Facultad de Estudios Profesionales de la zona Huasteca.
La joven de 18 años usa una férula en el pie y está bajó tratamiento médico, eso no le preocupa, lo que sí la mantiene al borde del estrés es no poder acudir a todas sus materias, a perder lo que lleva avanzado y las calificaciones.
La mayoría de las clases se imparten en el tercer piso de la carrera de derecho, donde hay un rampa a la que es imposible llegar en muletas, y otras materias son en el laboratorio de ciencias básicas 2, a donde se puede acceder después de pasar un sinfín de escaleras.
La coordinadora de la carrera explicó que, podría hacer unos movimientos de tal manera de que todo el grupo recibiera clases en un aula a donde la estudiante pidiera tener acceso sin problema, pero hasta el momento no ha resuelto nada y al final le recomendó reducir el horario de clases hasta las 10 de la mañana y para el resto, habría justificación.
El Consejero alumno, Julio Rivera aceptó que la institución es inclusiva, y que se haría cargo del asunto para que por lo menos puedan conseguir una silla de ruedas para la joven y que ella pueda entrar a todas las materias sin que le perjudique en sus evaluaciones.
Este no es el primer caso que se registra, hay otros en los que los estudiantes que han tenido accidentes o presentan alguna discapacidad, también se han tenido que enfrentar a estas situaciones, en las que evidencia la falta de protocolos de inclusión.