La sequía por la que atraviesa México restará competitividad a algunos destinos y atractivos turísticos cuyas actividades dependen del agua, como zonas con lagos y presas, donde se va a descansar o a realizarse competencias de pesca o carreras en barcos de vela. Lo anterior traerá como consecuencia no sólo un impacto ambiental sino económico y social, advierten especialistas.
Si bien hay casos que han llamado la atención como Valle de Bravo, en el Estado de México o Pátzcuaro, en Michoacán, cuya clasificación por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los ubica como D3 o sequía extrema, la falta de agua en destinos como Ciudad de México, Monterrey, San Luis Potosí (Huasteca Potosina), entre otros, también impactará en la actividad turística.
Muchos de los productos turísticos que tienen las ciudades están relacionados con el agua, ya sea lagos o ríos o bien necesitan del agua para su conservación como bosques y otros tipos de ecosistemas que al no contar con este recurso disminuirán su atractivo”, indicó Vicente Ferreyra, especialista en turismo sostenible, social, y cambio climático.
El también director de Sustentur señaló que México debe poner atención en el tema no sólo porque el agua es un recurso vital para la población sino porque el turismo es una de las principales fuentes de ingreso para el país. Dijo que la falta de agua en lagos o ríos no sólo mete presión a quien vive del sector sino también de la pesca, por ejemplo.
En ese mismo sentido, Jesús Aaron Cuevas, organizador de Aqua Forum, mencionó que el 80% del país tiene ingresos relacionados con el turismo ya sea de ocio, negocios, salud, recreativo, entre otros, por lo que el agua es fundamental para cubrir necesidades desde sanitarios hasta piscinas, el no contar con el líquido puede representar una decisión para el huésped sobre vacacionar o no en determinado destino.
“El valor agregado que tiene el turismo en nuestro país es de alto impacto y el agua toma un papel relevante sobre todo en el tema recreativo. Además, los hoteles constituyen una fuente de empleo muy importante ya sea en playa o en destinos como Ciudad de México, para el turismo de negocios, por lo que una crisis hídrica severa también pondría en riesgo las fuentes de empleo y los viajes”.
EN ALERTA
Roberto Monroy, secretario de Turismo de Michoacán, señaló que aún no hay una afectación grave en el volumen de turistas que llegan a la zona del Lago de Pátzcuaro, ya que la temporada más alta es la relacionada con el Día de los Muertos, sin embargo, no descartó que en un futuro sí pueda existir una afectación, aunque fue optimista que los niveles del cuerpo de agua se nivelen.
Agregó que el lago representa una de las principales actividades económicas para los cuatro municipios que convergen con este cuerpo de agua como son Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Quiroga y Erongarícuaro.
“El Lago de Pátzcuaro no está seco, está en un proceso de emergencia, es una situación delicada que se debe de atender y se está haciendo de forma multiinstitucional. El lugar es visitable y hay lanchas que siguen saliendo del muelle principal y hay recorridos a la isla. Hoy se está atendiendo pues es un problema de décadas. La mayoría de la gente de la zona lacustre vive del Lago de Pátzcuaro no solamente por el turismo sino de la pesca o de las artesanías que se producen a partir de una fibra natural que crece ahí. Sí, son muchas familias que dependen de la actividad turística”.
El funcionario señaló que el sector ya trabaja de forma coordinada para que en el estado se realicen acciones para reducir el consumo de agua potable pero también en un tema de concientización para evitar el saqueo de agua del Lago de Pátzcuaro.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, dio a conocer durante esta semana que el Lago de Pátzcuaro cuenta con ocho mil hectáreas de espejo de agua y “decir lo contrario afecta a cientos de familias que viven del turismo, pues están perdiendo clientes”.
ACCIONES ANTE LA SEQUÍA
Vicente Ferreira apuntó que el sector está en un momento crítico en el que tiene que tomar decisiones importantes para paliar los impactos que vengan hacia adelante.
Detalló que cada turista genera un consumo de hasta 600 litros por noche por lo que el sector hotelero podría aplicar tecnologías para ahorrar agua, hacer diagnósticos de fugas, concientizar a los clientes.
“Si las aplicamos en todo el sector sería más evidente el impacto positivo. El turista también está muy consciente”.
Añadió que también se debería evaluar el crecimiento de las ciudades en función de la disponibilidad de agua y de la población.
“Desde hace tiempo, los temas de sostenibilidad siempre son temas de futuro, supervivencia de negocios y sectores, si no trabajamos hoy para superar estos retos a lo mejor en dos o diez años, la situación será crítica”.
Por su parte, Santiago García Rey, especialista en turismo sostenible, explicó que el debate del agua se centra en que el problema de la escasez es por el consumo excesivo y no por la falta de implementación de procesos de captación, regeneración, potabilización, almacenamiento, entre otras.
“En la Ciudad de México y alrededores podríamos tener agua de sobra si realizáramos esos procesos. No es un tema de consumo, es un tema de hacer las inversiones correctas y sustentables que se necesitan tanto por el gobierno como por la iniciativa privada”.
Jesús Aaron Cuevas, organizador de Aqua Forum, sugirió que en Ciudad de México podrían implementarse las cosechas de lluvia para captar esa agua, filtrarla y utilizarla para consumo humano, sin embargo, enfatizó que para ello se necesitan inversiones importantes e instalaciones amplias.
Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), en 2019, el sector contribuyó con 8.1% de las emisiones de Co2, con el consumo de 10.6% de la energía mundial y 0.9% del uso de agua dulce.
Con información de Dinero en Imagen.