Tras la reciente conformación del Cabildo de Valles, han surgido detalles significativos que requieren un análisis detenido. Por ejemplo:
La única integrante que repitió en el puesto dentro de la planilla del alcalde reelecto fue Claudia Isabel Huerta Robledo, actual secretaria del ayuntamiento, quien asumirá como síndico. Se espera ver si ejerce como tal o permanece en la Secretaría.
La designación de Juan Pablo Maldonado Salazar como regidor ha causado sorpresa debido a su cercanía previa con el candidato del PRIAN. Gerardo González Reverte, titular de SEDESORE en la Huasteca, logró asegurar un puesto para su hijo, Gerardo Roberto González, en el Cabildo Vallense.
Jorge Martínez Flores, exdirigente del PRI, llega representando al PRD; mientras que el priista Ramiro Galero perdió su puesto por la equidad de género. Por otro lado, David González se encuentra en descontento, ya que esperaba que su descendiente fuera nombrado edil.
La equidad de género impidió que Ángel Ortega, expanista ahora en el Partido del Trabajo, ocupara nuevamente una regiduría, dando paso a Guadalupe Mendiola.
Sin embargo, la designación del esposo de Griselda Mesquida para una regiduría dejó un mal sabor de boca, pues se le acusa de no haber apoyado la campaña de Medina Salazar debido a su descontento por no obtener la candidatura.
Faustino Cedillo Tinajero intentó asegurar una regiduría para sí mismo, siguiendo el ejemplo de otros, pero no recibió el apoyo del partido y perdió incluso el registro.
Estos eventos resaltan la complejidad y las dinámicas políticas involucradas en la conformación del Cabildo de Valles.
