El Universal
29 de agosto de 2023
Apatzingán, Michoacán.- Otras 20 localidades rurales de este municipio ya se vieron afectadas por la paralización del corte, empaque y comercialización del limón que inició hace dos semanas por amenazas y extorsión del crimen organizado.
Se trata de las comunidades de El Guayabo, Las Bateas, El Alcalde, La Loma de los Hoyos, Puerta de Alambre, El Mirador, Cahuingas, Holanda, El Mezquital, El Morado, Chiquihuitillo, Altamira, El Pino, Ejido Apatzingán, San Fernando, Tinajas, Los Cuiniques, Guanajuatillo, Los Laureles y parte de Acatlán.
Habitantes de El Guayabo se reunieron la mañana del lunes para buscar la manera de sobrevivir, ya que tan sólo en ese poblado son más de 100 familias afectadas.
“Pues imagínese que el limón es el sustento de todas las familias y somos más de 100.
“Aquí somos puros pequeños productores y las parcelas de limón son de 2.5 hectáreas cada una”, explicó uno de los citricultores afectados.
Asimismo, lamentó que, aunque han buscado opciones para salir adelante, “no nos queda más que esperar a que los criminales permitan la reactivación del corte y comercialización”.
“No nos queda otra más que esperar. De todos modos no abandonamos las tareas en las huertas, porque tenemos la esperanza de que esto sea pasajero, nada más”, indicó el citricultor.
Expuso que en esa zona lo que se corta por día son alrededor de 2 mil 600 toneladas de limón y tres días a la semana realizan corte, por lo que suman 7 mil 800.
Denunció que, de ese total, una célula del crimen organizado pretende quitarle un peso al productor y un peso al empacador, cuando hasta antes del paro lo que pedían eran 40 centavos.
De ceder, los productores pagarán a la delincuencia, de impuesto tributario criminal, 7 millones 800 mil pesos semanales, y otro tanto igual tendrá que dar cada empacador de la zona.
El productor explicó que antes no habían tenido problemas para cortar y comercializar su producto, a pesar de que desde hace muchos años pagan “la cuota”.
Pero ahora ya fueron alcanzados por la crisis que se ha presentado al no haber actividad citrícola en otros puntos del Valle de Apatzingán:
“Nosotros, como productores de limón, nos gustaría que el gobierno se montara en su plan de trabajo y que resguarden todo; que los criminales no nos cobren y que nos dejen trabajar, oiga. ¿O a poco siempre vamos a trabajar nada más para mantener criminales?”, reclamó el productor habitante de El Guayabo.